Fernando Bonilla tiene una carrera exitosa y una linda familia, pero su vida da un giro después de un encuentro casual con Estefanía Braun, con quien termina en un desenfrenado encuentro de pasión que los consume a ambos hasta la madrugada del día siguiente. 

Fernando no es un hombre de infidelidades ni secretos. Este único pecado parece quedar atrás durante la conversación del desayuno entre los dos, que deja claro que lo acontecido no es más que una situación de la vida y que todo volverá a la normalidad. 

Sin embargo, Estefanía empieza a acosarlo con llamada y apariciones cada vez más asfixiantes. Desesperado, una noche Fernando discute acaloradamente con ella a tal extremo que pierde el sentido. Al día siguiente despierta tendido en un charco de sangre y Estefanía está muerta a su lado. 

Deshacerse del cadáver y de la sangre toma toda la madrugada. Al final de la jornada, la conciencia de Fernando está tan sucia como sus manos, pero inexplicablemente Estefanía vuelve a aparecer en su vida.