Esta historia comienza en un pueblo de la costa en los años 70. Una población alejada de la civilización donde la emisora funcionaba a través de un altoparlante, la gente se acomodaba alrededor del único televisor del pueblo para ver las peleas de boxeo y no se escuchaba más música que el vallenato. 

En medio de este entorno crece Galy, un muchacho que encuentra en la balada la mejor forma de comunicarle su amor incondicional a Lorena Serrani, la niña más linda y de más alcurnia del pueblo, pero enemiga a muerte de la familia de Galy por problemas del pasado.

Con la intención de llevarle una serenata, el mismo día que Lorena regresa de un internado después de estar ausente durante cinco años, Galy, sin proponérselo, conforma su primer grupo musical: “Los diamantes del César”. Y lo que nace como una simple serenata, poco a poco los va llevando a convertirse en la banda de baladistas más importante de la región.

Con el tiempo, Galy descubrirá que está enamorado de la mujer equivocada, pues Yamile Cantillo, la fea del pueblo, quien ha estado secretamente enamorada del cantante desde niña, es quien ha estado escribiendo las cartas románticas que él cree pertenecen a su amada Lorena.

Luego de muchos equívocos y malentendidos, Galy descubre la belleza interior de Yamile y se decide a vivir con ella su primer romance, mientras con su banda de amigos “Los diamantes del Cesar” se dedica a dar serenatas en los pueblos vecinos para sanar los corazones de las personas que han sufrido una pena de amor, y sin proponérselo, por buena racha, o por destino, Galy termina en Bogotá grabando su primer tema: “Frío de Ausencia”, que lo dispara a la fama de la noche a la mañana y sin que nadie se lo espere.

Así las cosas, Galy tiene que irse a vivir a Bogotá de la mano de “Chácara”, su mejor amigo y fiel escudero en todas sus aventuras. Aunque ya es famoso, por culpa de un contrato leonino firmado con la disquera, aún no recibe un peso de su fama, por lo que se ve obligado a buscar sus propias maneras de subsistir en la capital.

En medio de esta lucha se separa de Yamile y conoce a Carmencita, la mujer que lo apoyará ciegamente en su sueño musical. Juntos lograrán independizarse de la disquera y salir adelante, pero los separará un viaje a Los Ángeles con el que el músico busca conquistar el mercado latino como artista independiente, un reto que pocos creían posible.

En esta búsqueda, Galy pierde la confianza de Carmencita al ausentarse más tiempo del que le había prometido. Las cosas no salen color de rosa como él pensaba y su fama en el extranjero tendrá que ser forjada desde cero nuevamente: cantando en la calle, contando cada centavo de dólar y rebuscándose la vida como tantos inmigrantes que hay en el exterior, hasta conseguir el éxito internacional que a la vez permitirá recuperar la fe en él y en su talento para reinventarse.